Christer Björkman nació en Borås en 1957 y allí pasó buena parte de su vida.
Más tarde publicaría el primer disco, Våga och vinn (1985), bajo la producción de Bruno Glenmark.
En 1997 hizo la adaptación sueca del musical West Side Story junto con Richard Herrey (Herreys) en el Oscarsteatern de Estocolmo.
Dos años después, concurrió por tercera vez al Melodifestivalen de 1999 con la canción Välkommen hem («Bienvenido a casa»), última clasificada en la final.
[6] Björkman decidió ampliar el abanico de géneros musicales más allá del schlager para atraer al público joven: desde 2004 permitió artistas invitados por la organización (joker), en 2009 introdujo el jurado internacional, y en 2010 creó una plaza para nuevos artistas sin sello discográfico.
[8] Aunque el Melodifestivalen es formalmente la preselección para Eurovisión, este evento ha desarrollado su propia normativa e introducido innovaciones para atraer a los espectadores, tales como permitir más de seis personas sobre el escenario, utilizar coros pregrabados, y una mayor libertad en la escenografía.
[12] Sin embargo, la SVT mantuvo a Christer como jefe de delegación y le otorgó más poder para hacer cambios en el Melodifestivalen.
El artista fue homenajeado en la final por sus veinte años de trayectoria al frente del concurso.
En el Festival de Eurovisión 2016, celebrado en Estocolmo, Björkman asumió de nuevo la producción del concurso e introdujo un cambio en el sistema de votación: las puntuaciones del jurado profesional y del público se anunciarán por separado, tal y como sucede en el Melodifestivalen, para garantizar que el ganador no se conozca hasta el último minuto.