El término municipal tiene una población de 84 habitantes (INE 2024).
Junto a la vieja ermita de San Roque, a poniente del caserío, levantaron la picota como símbolo de villazgo.
Precisamente eran sus señores quienes cobraban impuestos, ponían alcaldes y regidores.
Hacia mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 481 habitantes.
La localidad celebra varias fiestas a lo largo del año.