Nació con el nombre completo de Isabel Apolonia García Hernández.
Sus dotes como bailarina serían muy aprovechadas posteriormente en su carrera cinematográfica.
Su espectacular y exótica belleza la llevarían rápidamente al cine en 1959 de la mano de Steve Reeves con la película El terror de los bárbaros, por la que fue galardonada como «descubrimiento femenino del cine italiano».
Su salto a la fama internacional llegaría ese mismo año con la película de Guido Brignone Bajo el signo de Roma [Nel segno di Roma], en la que trabajó con Anita Ekberg.
Se casó con el productor Aldo Pomilia en 1961, y abandonó el cine en 1968 para retirarse en Siena, Italia, donde vivió hasta su muerte.