Charlie Harper

De la misma manera no se preocupa por las consecuencias de sus actos, las cuales increíblemente rara vez o casi nunca lo afectaban a él, sino que recaían sobre las demás personas, como por ejemplo su hermano Alan.

Muchas lo culpan por las desgracias que sufrieron cuando las dejó y en algunas ocasiones se metía en problemas mientras trataba de conseguirle alguna chica a su sobrino Jake, siempre con los padres de las jóvenes que le interesan a este.

Charlie muere entre la octava y novena temporada al caer "accidentalmente" a las líneas de un tren subterráneo en París donde se encontraba con Rose (quien se supone lo empujó al descubrir que Charlie le fue infiel una noche antes).

Luego del funeral, Alan se ve obligado a vender la casa por las deudas que dejó Charlie.

La casa es comprada por Walden Schmidt (Ashton Kutcher), quien permite que Alan siga viviendo allí en agradecimiento por los consejos sobre cómo salvar su matrimonio.

En el episodio "Thank you for the Intercourse", Walden Schmidt redecora su casa, donando su piano y demás objetos.

Charlie procede a contestar correctamente y explica que ahora vive en el infierno, como parte del castigo, en el cuerpo de una mujer anciana hermafrodita (pese a disfrutarlo, argumentando que "aún tiene pechos").

Alan finge otro ataque cardíaco para volver al hospital y poder quedarse unos días más en casa de Walden.

No le gusta ni siquiera hablar por teléfono con su madre, y siempre anda llamadola el Anticristo, satanás o bruja, pero ella se lo toma con humor.

Después de divorciarse, Alan prometió quedarse sólo unas semanas, pero terminaron siendo varios años.

Alan siempre recuerda las cosas malas que Charlie le hacía cuando eran jóvenes, sin embargo los dos confiaban mutuamente en el otro y se querían.