Bautizado en la Iglesia del Sagrado Corazón de Ginebra, en la misma en la que estaría como sacerdote, desde 1924.
Esa iglesia había sido construida por los files católicos a Roma sobre un templo masónico.
En 1919 falleció su madre, no le quedaba más familia, y pensó en hacerse dominico, ya que estaba muy interesado en la teología de santo Tomás.
En 1926, junto con Francois Charriére, profesor también del seminario y después obispo de la diócesis, funda la revista Nova et Vetera, que dirigirá hasta su muerte.
Enseñó durante cincuenta y seis años en el Grande Seminaire de Friburgo.
Fue enterrado en la Cartuja de Valsainte, donde había pensado entrar cuando era joven, y a donde le gustaba retirarse cuando sus obligaciones se lo permitían.