Charles Ammi Cutter

Permaneció en dicho centro hasta 1868, cuando ingresó en la biblioteca del Ateneo de Boston como jefe, donde continuó investigando nuevas mejoras en técnicas bibliotecarias.Ocupó distintos cargos, llegando incluso a ser su presidente durante dos años.Tuvo la ocasión de conocer a Melvil Dewey, otra pieza clave de la Biblioteconomía, con quien mantendría numerosas polémicas, tanto en reuniones como en revistas, sobre el papel que debía acometer la ALA.Cutter aplicó sus aportaciones, pero su muerte impidió su pleno desarrollo y rendimiento.Las teorías de Cutter se difundieron con rapidez por Europa y su trascendencia fue tan grande que propulsó la creación de otro lenguaje documental del siglo XX: el tesauro.Por último, Cutter creía firmemente que las bibliotecas debían atender de manera adecuada y preferente a los niños, pues ellos serían los futuros lectores y estudiantes.