La corteza es pardo rojizo, con fisuras verticales y una textura muy fibrosa.
El follaje está dispuesto en racimos planos; las hojas adultas son escamosas, 1–3 mm de largo, apuntadas en el extremo, verde por el haz y el envés con sólo unos una banda de estomas inconspicua en la base de cada hoja escamosa; están colocadas en pares decusados opuestos en las ramas.
Un pequeño número de los ejemplares más antiguos y grandes están protegidos como monumentos nacionales, pero la mayor parte de la población general aún sigue desprotegida.
[2] Chamaecyparis formosensis fue descrita por Jinzô Matsumura y publicado en Botanical Magazine 15(177): 137–138.
formosensis: epíteto geográfico que alude a su localización en Formosa.