A los árboles de esta familia se les suele llamar en español "camecíparis" o "falso ciprés".
Hay también varias especies descritas a partir del registro fósil incluyendo:[2] Otra especie que era incluida en este género, C. nootkatensis, se transfirió, con base en evidencia genética y morfológica fuerte, al género separado Callitropsis, pasándose a denominar como Callitropsis nootkatensis, o de vuelta a Cupressus nootkatensis, nombre con el que la especie fue descrita originalmente en 1824.
Cuatro especies (C. lawsoniana, C. obtusa, C. pisifera y C. thyoides) son de considerable importancia como árbol ornamental en horticultura; varios cientos de cultivares han sido seleccionados por varios rasgos, incluyendo un tamaño enano, follaje amarillo, azulado, plateado o variegado, retención permanente de las hojas juveniles y brotes como hilos con un ramaje reducido.
En algunas zonas, el cultivo se ve limitado por las enfermedades de raíz Phytophthora, siendo C. lawsoniana particularmente susceptible a P. lateralis.
La madera es aromática, y muy apreciada, en particular en Japón, donde se usa para la construcción de templos.