Esta obra pertenece a la etapa naturalista de Gaudí (primera década del siglo XX), periodo en que el arquitecto perfecciona su estilo personal, inspirándose en las formas orgánicas de la naturaleza, para lo que puso en práctica toda una serie de nuevas soluciones estructurales originadas en los profundos análisis efectuados por Gaudí de la geometría reglada.
[5] Originalmente tenía un cuerpo adosado de forma circular que contenía dos tramos de escaleras para conducir a los dos pisos superiores, que lamentablemente no se ha conservado.
[6] Otra de las originales soluciones del arquitecto para este chalet fueron unas ventanas tipo lucarna concebidas especialmente para la protección contra la nieve, que posteriormente empleó también en el desván de la casa Milà.
[5] En los años 1970 y 1980 el edificio fue reformado primero para servir como local del ICONA y después como casa de colonias para niños de la Fundación Pere Tarrés.
[8] En esta misma localidad Gaudí realizó entre 1905 y 1907 los jardines de Can Artigas, en la zona llamada Fuente de la Magnesia, por encargo del industrial textil Joan Artigas i Alart, en cuya casa se había alojado Gaudí durante su estancia en la zona.