Checo (percusión)

El checo consiste en una calabaza esférica, ancha en los lados y achatada en las partes superior e inferior, de unos 60 cm de diámetro aproximadamente, con un orificio cuadrangular o circular en la parte posterior, se toca especialmente para acompañar el baile'tierra (baile de tierra) en Zaña, sin embargo su uso se ha extendido hacia los demás ritmos afroperuanos como el landó o el festejo.

También se puede colocar entre las piernas, esta es la forma más común y difundida de tocarlo; se toca con la yema de los dedos, ya que dado el material, no requiere mucha fuerza para lograr una buena sonoridad.

[1]​ Si bien no se descarta su uso como instrumento desde épocas muy remotas, los registros gráficos empiezan a mediados del siglo XIX, cuando el pintor Ignacio Merino desarrolla la primera imagen del checo como instrumento y queda plasmado en la pintura donde se puede ver a un afrodescendiente tocándolo.

En el año 1938 el escritor José Mejía Baca visitó el pueblo de Zaña y participó en una jarana, para luego relatar con brillantez cómo se tocaba un checo.

En el año 1979, el gran cantautor peruano Arturo “Zambo” Cavero junto al famoso artista Abelardo Vásquez Díaz tocaron un checo y una angara (instrumento similar al checo pero de tamaño muy superior) en Lima.

La Jarana de Ignacio Merino . A la izquierda se puede ver a un percusionista tocando el checo .
Otra pintura de Merino donde se aprecia a un negro tocando el checo.
Ejecución de checos en el Museo Afroperuano de Zaña .