La atribución de este lienzo a Zurbarán no ha sido plenamente aceptada hasta fechas recientes.
[3] Tanto en este bodegón primerizo como en los posteriores, los tres objetos, colocados encima de un tablero y fuertemente iluminados por la izquierda, destacan sobre un fondo oscuro.
Pero, en este lienzo, presentan una disposición simétrica, abandonada en ulteriores naturalezas muertas.
A ambos lados, fuera del cesto y sobre la misma mesa, hay dos frutas.
Tanto esta ordenación sencilla como los volúmenes geométricos, explican el interés hacia Zurbarán por parte de algunos artistas cubistas.