[2]Mucho se ha elucubrado sobre la fruta comida por los gusanos, depredada por los insectos y, en general, en condición lejana a la perfección.
[3] Un estudio reciente con rayos X ha revelado que fue pintado sobre un lienzo ya usado pintado con temas grotescos en el estilo del amigo de Caravaggio Prospero Orsi, quien ayudó al artista en su primer gran paso adelante hacia los círculos de coleccionistas tales como su primer patrón, el cardenal Francesco María Del Monte, alrededor de 1594/1595, y quien siguió siendo íntimo durante muchos años después.
[4] Los eruditos han alcanzado un nivel de desacuerdo mayor del usual por lo que se refiere a datar esta obra: John T. Spike la ubica en 1596; Catherine Puglisi cree que el año 1601 es más probable; y prácticamente cada año entre estas dos fechas ha sido indicado por un estudioso u otro.
Tenía un interés especial en los pintores del Norte de Europa como Paul Brill y Jan Brueghel el Viejo, quienes estaban en Roma por la misma época, (de hecho, llevó a Brueghel a su propia casa), y en la forma en que pintaban paisajes y flores en pinturas como temas por derecho propio, algo que no se conocía entonces en el arte italiano.
[5] El erudito Giustiniano escribió un tratado sobre pintura años más tarde, en el que, reflejando las convenciones jerárquicas de su tiempo colocó las flores y «otras menudencias» solo en quinto lugar en una escala de doce grados, pero también mencionó que Caravaggio le dijo en una ocasión «que es tan difícil pintar un jarrón de flores como un cuadro con figuras humanas».
Su éxito se debe en parte al nacimiento de colecciones privadas, cuyos propietarios demandaban pinturas profanas.