Todas las especies dentro de la familia tienen basidiocarpos (cuerpos fructíferos) que son delgados y abundantes.
Martin para acomodar especies de hongos corticioides con características de heterobasidiomicetos (esterigmas alargados y basidiosporas que dan lugar a esporas secundarias).
[2][3] La investigación molecular, basada en el análisis cladístico de la secuencia de ADN, ha demostrado ahora que las Ceratobasidiaceae no pertenecen a un orden separado, sino que forman parte del orden Cantharellales.
Los géneros Heteroacanthella y Oliveonia no están estrechamente relacionados con Ceratobasidiaceae, por lo que se han colocado en el orden Auriculariales.
Aún no se ha secuenciado ninguna especie del género Scotomyces.