[1] El descubrimiento de este sistema constructivo, así como su desarrollo, introducción y utilización le debió al ingeniero Dieste el reconocimiento mundial de la Unesco[2] y la comunidad internacional.
Su obra es objeto de estudio en distintas universidades y lo llevó a recibir el título de arquitecto honorario, siendo el único en poseerlo en Uruguay.
Este sistema constructivo consigue diseñar finas láminas a partir de la combinación de ladrillo, hierro y mortero, las que se construyen sobre un encofrado móvil.
La armadura colocada debe ser de una aleación resistente a la corrosión.
Este tipo de construcciones tuvo mucha aceptación porque permiten mayor liviandad, prefabricación y sistematización en la repetición de sus componentes, con costos competitivos para el mercado.