[1] Entre los asesores del CSER se encuentran el filósofo Peter Singer, el informático Stuart J. Russell, el estadístico David Spiegelhalter y los cosmologistas Stephen Hawking y Max Tegmark.
Su nombre proviene concepto de riesgo existencial, o riesgo "donde un resultado adverso podría aniquilar la vida inteligente originada en la Tierra o reducir permanente y drásticamente su potencial".
[4] Esto incluye tecnologías que podrían agotar permanentemente los recursos de la humanidad, o bloquear futuros avances científicos, además de aquellas que ponen a la propia especie en peligro.
Price añadió que, de ocurrir, "ya no seremos los seres más inteligentes" y nos arriesgaremos a estar a merced de "máquinas que no son maliciosas, pero cuyos intereses no nos incluyen a nosotros".
[7] Price ha mencionado también que la Biología sintética es peligrosa porque "como resultado de nuevas innovaciones, los pasos necesarios para producir un virus armado u otro agente bioterrorista han sido dramáticamente simplificados", y que en consecuencia "el número de individuos necesarios para eliminarnos a todos está disminuyendo abruptamente".