Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León
La mayor parte de este espacio está ocupado por un pinar de repoblación aunque también hay bosquetes de roble melojo, abedules y alisos, junto con matorral húmedo y pastizales en las orillas de los arroyos y en los fondos de valle.El centro de interpretación es una edificación de 1800 m², obra de Leocadio Peláez, integrada con el entorno que recuerda elementos patrimoniales asociados al lobo.En sus espacios expositivos se da a conocer la convivencia entre personas y lobos a través de audiovisuales, sonidos ambientales, piezas arqueológicas y etnográficas, textos, salas de proyecciones y didácticas.Además, el complejo cuenta con dos recintos vallados en los que se alojan ejemplares de lobo ibérico, nacidos en cautividad o rescatados del medio natural, en régimen de semilibertad, para que puedan ser observados por los visitantes.[2] Estos disponen de varias sendas peatonales y tres observatorios elevados para acercarse a los ejemplares.