El establecimiento, formado por el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada, funcionó en Puerto Argentino durante 62 días atendiendo un total de 1990 heridos en combate.
[1] Como respuesta, este país envió una nutrida fuerza de tareas para desalojar a los argentinos en su defecto eliminarlos.
[7] Los galenos descartaron de plano al Hospital Memorial Rey Eduardo VII (KEMH) por su limitada capacidad.
Oscureció las ventanas, pintó la cruz roja en los techos y ajustó los ambientes.
[8] Se instaló un mástil para izar la bandera argentina y la de sanidad.
[14] El paciente estabilizado debía ser evacuado al continente por avión, hasta el 1 de junio cuando comenzaron a arribar los buques hospitales.
[23] Con el primer medio hubo inconvenientes por cuanto la Fuerza Aérea avisaba del arribo de sus aviones con 40 minutos de anticipación, insuficientes para que las ambulancias cargaran los heridos y recorrieran los 8 km entre el hospital y el aeropuerto.
Muchas veces los médicos no pudieron cargar a todos los combatientes con la prisa del avión en despegar.
[26][nota 6] Tras la rendición del 14 de junio, los médicos británicos tomaron el hospital.
[26] El Comando en Jefe del Ejército confirió al Hospital Militar Comodoro Rivadavia la Medalla de Campaña.