La central hidroeléctrica de Blanda (en islandés: Blöndustöð) es una central hidroeléctrica situada en el norte de Islandia, cerca de la carretera Kjölur.
Es el primer proyecto hidroeléctrico importante del país diseñado completamente por islandeses.
El agua cae por un desnivel de 287 m a través de una tubería forzada y pasa a través de tres turbinas Francis de 50 MW cada una.
Tras un túnel de 1700 m de longitud, el agua vuelve a su curso natural.
Las turbinas están situadas a 200 m bajo tierra y son accesibles mediante ascensores desde la estación de control ubicada en la superficie, o a través de un túnel de 800 m para los vehículos.