Ingresó al Seminario de Portogruaro.
Durante su trabajo diplomático en China convocó el primer Concilio Plenario en Shanghái, en el cual fue proclamada Nuestra Señora de Sheshan patrona y protectora de China.
Gracias a su trabajo por las vocaciones nativas fueron consagrados los primeros obispos chinos en 1926 y fundó el primer instituto de vida religiosa nacido en ese país, la Congregación de los Discípulos del Señor,[1] con la ayuda de los misioneros redentoristas españoles.
El papa Pío XII lo elevó a la dignidad cardenalicia el 12 de enero de 1953.
Razón por la cual, en la Iglesia católica es considerado siervo de Dios.