El conjunto dispone de un motor que permite efectuar un seguimiento del Sol en su movimiento aparente.
Mediante los dos espejos móviles de los que consta el celostato se desvía la luz del Sol, de manera que el haz siempre se dirija a un instrumento de observación fijo.
Es posible realizar el ajuste a las posiciones en el cielo en ascensión recta y declinación, al igual que en monturas de telescopio comunes.
Los heliostatos y los siderostatos tienen la misma misión que el celostato.
Ya que funcionan con un solo espejo, la imagen del Sol gira en el plano focal de la unidad de observación.