Él notó que estas cepas producían una sustancia eficaz contra la salmonela, Salmonella typhi.
Del líquido de cultivo del hongo, se obtuvieron tres antibióticos diferentes, denominados P (contra gram positivos), N (contra gram negativos y positivos) y C (parecido al N pero de menor potencia).
Cefbuperazone, el cefminox, y cefotetan se clasifican como cefalosporinas de la segunda generación.
Las cefalosporinas de primera generación tienen actividad predominante contra cocos grampositivos —Streptococcus y Staphylococcus—.
Las cefalosporinas usuales no son activas contra cepas de Staphylococcus aureus resistentes a meticilina (SARM).
Entre las cefalosporinas de primera generación encontramos:[3] La cefalexina, cefradina y cefadroxilo, por vía oral, se absorben en un grado variable.
Debe ajustarse la dosis en insuficiencia renal ya que la excreción es por este órgano.
[3] Desde esta generación se amplia el espectro incluyendo anaerobios y microorganismos gram negativos.
Están indicadas en el tratamiento de la sinusitis, otitis, infecciones respiratorias bajas, peritonitis y diverticulitis.
Tienen un mayor espectro contra organismos gram-positivos que las cefalosporinas de la tercera generación.