Cecilio de Álzaga

Tras el armisticio celebrado entre Francisco Javier de Elío y el gobierno revolucionario regresó a Buenos Aires.

Permaneció allí auxiliando a la legación española sin retribución alguna pese a lo escaso de sus recursos, ya que vivía entonces del comercio en pequeña escala.

[cita requerida] Fomentó allí los planes para reconquistar el Río de la Plata y presentó en ese sentido un proyecto propio para facilitar la fuga de los prisioneros realistas en el campo de Las Bruscas y aprovechar esa fuerza para la reconquista.

El plan partía de una explicación simplista, con numerosos errores históricos y en exceso esquemática del complejo y cambiante proceso revolucionario: los "desórdenes de Buenos Aires" tenían, según Álzaga por exclusivo origen el contrabando hecho por los extranjeros y la criminal hospitalidad concedida a estos por algunos virreyes contra lo previsto en las leyes de Indias, lo que había ocasionado en los criollos la pérdida de los sentimientos de lealtad al rey.

Se había casado con Francisca Antonia Martínez, nativa de Santa Fe.