Cayo Cornelio

[2]​ Fue elegido cuestor alrededor del año 71 a. C. y sirvió bajo Pompeyo.

[3]​ En el año 67 a. C., siendo tribuno de la plebe, propuso una ley en el Senado para impedir que se prestara dinero a los embajadores extranjeros en Roma.

El Senado no quería ser privado de esta capacidad, por lo que se persuadió a un colega de Cornelio, Publio Servilio Glóbulo, para que interpusiera su veto y prohibiese la lectura del plebiscito.

Sin embargo, el propio Cornelio se desligó del motín y mostró su moderación al contentarse con una ley que exigía un quorum de doscientos senadores para la validez de un senatusconsultum.

[3]​ Cornelio fue un hombre de vida privada irreprochable y, en su papel público, aunque los aristócratas lo acusaron de falsedad, parece haber abogado por medidas útiles.