[5] El ave tiene costumbres tímidas y retraídas, que le valieron su nombre común.
[4] Son omnívoros, alimentándose de invertebrados, vertebrados pequeños, hierbas y fruta.
[4] Su canto[7] es en general armónico, similar a una flauta, construido de una frase musical descendente, repetida en varios tonos.
[4] Los iroqueses, pueblo originario de Norteamérica, tiene una leyenda sobre cómo el zorzal ermitaño obtuvo su canto.
En el principio, sólo los hombres podían cantar, y lo hacían cada mañana para saludar el amanecer.
Al otro día se reunieron las aves, todas emocionadas, menos el zorzal ermitaño, pues le había tocado estar junto a la poderosa águila, y supo que ella ganaría.
Pero antes de partir tuvo una idea, saltó rápidamente sobre la cabeza del águila, y se ocultó en sus plumas.
En ese momento, el zorzal ermitaño saltó, y comenzó a volar, alejándose del águila, que estaba exhausta.