En 1865, el sacerdote francés Bernard Petitjean descubrió que casi todos los aldeanos de Urakami eran cristianos.Los perseguidos Kakure Kirishitan (cristianos ocultos) volvieron a su aldea después de siete años en 1873, y decidieron construir su propia iglesia.Estas interrogaciones "fumie" requerían a los presentes pisar imágenes religiosas de la Virgen María o Jesús.Debido a la gran reacción térmica de la deflagración y derrumbe total del edificio todos los asistentes murieron.Las estatuas y objetos dañados en el bombardeo, incluyendo la campana del Angelus de origen francés, se encuentran ahora en exposición.