[1] Su arquitectura tiene clara influencia sobre los edificios de las ciudades más próximas como Prešov, Bardejov, Sabinov y Rožňava, y también en la arquitectura religiosa de algunas iglesias de Polonia y Transilvania (Sibiu, Brasov o Cluj).
La catedral de Santa Isabel, junto a la Capilla de San Miguel y a la torre de Urbano, forman un conjunto monumental que fue declarado monumento nacional en el año 1970.
La catedral ha sufrido numerosos daños y otras tantas restauraciones.
Durante la última fase de la restauración se construyó una cripta bajo la nave norte y en 1906 se enterraron allí los restos de Francisco Rákóczi II.
En la intersección de las naves se levante una torre metálica.