La Catedral de San Nicolás[1] o alternativamente Catedral Greco-católica de Oradea (en rumano: Catedrala Sfântul Nicolae) es un templo católico que sirve como la catedral de la eparquía de Oradea (Eparchia Magnovaradinensis Romenorum).
[2] La iglesia sigue el rito rumano (bizantino) y esta en plena comunión el papa en Roma.
Su construcción comenzó en 1800, cuando el obispo greco-católico Ignatius Darabant pidió demoler la pequeña iglesia griega-católica en la ciudad y comenzar la construcción de la catedral.
El plan de construcción se diseñó en forma de cruz, techo abovedado y una cúpula central pintada con escenas bíblicas.
En 1948, la iglesia perdió el estatus de una catedral y se redujo a una simple iglesia parroquial.