Esta celebración fue presidida por el obispo don Diego Evelino Hurtado de Compostela.
La iglesia original fue hecha de las hojas de la palma real y fue destruida por una tormenta.
Poco después se inició la construcción, y fue acabado el trabajo en 1735, con todas sus instalaciones en uso para 1750.
En 1912 fue elevada al rango de Catedral y se le realizaron importantes obras de mejoras.
Funciona en la actualidad como la iglesia parroquial de la localidad.