En general, el proyecto es similar a la Catedral Metropolitana de São Paulo, diseñada por el mismo Hehl.
La iglesia, aún sin terminar, se abrió temporalmente en 1924, con una Misa celebrada por el arzobispo metropolitano Duarte Leopoldo e Silva.
La entrada a la catedral está custodiada por las estatuas de San Pedro y San Pablo, mientras que la torre está decorada con esculturas de los profetas y los cuatro evangelistas.
En el interior, vitrales alemanes cuentan la vida de la Virgen.
En la capilla del Santísimo Sacramento se encuentran tres frescos de Benedito Calixto que representan a Noé, el sumo sacerdote Melquisedec y Cristo con los discípulos de Emaús.