Catedral de Ayacucho

La construcción de la Catedral se le atribuye a Francisco Verdugo, segundo Obispo de Huamanga, quien dio inicio a una edificación que duró 40 años, entre 1632 y 1672.

Bibliográficamente se sabe que el templo de San Cristóbal no fue la primera iglesia de Huamanga, sino la Iglesia Parroquial “San Juan Bautista”, construida en 1540 y vigente hasta el siglo XVII en el lugar donde actualmente se encuentra la Basílica Catedral de Ayacucho.

En términos generales, la edificación tiene 3 naves, 18 columnas que sostienen 8 arcos, 16 bóvedas altas, 22 ventanas y una hermosa cúpula triangular de base octogonal.

Es el único templo en la ciudad que tiene 3 puertas de ingreso en el frontis, donde precisamente se encuentran dos estatuas que representan a los apóstoles San Pedro y San Pablo.

Es un símbolo del sincretismo cultural y religiosos en esta zona andina.

En el primer cuerpo se encuentran el sagrario-tabernáculo, graderías y frontal enchapados en plata y en 4 hornacinas a los lados, las reliquias de algunos santos de la iglesia.

En la parte inferior se aprecia una pequeña imagen de San Jerónimo en actitud penitente.

Retablo del Señor de la Resurrección Segundo altar ubicado en la nave derecha.

En la parte inferior, hay una imagen que representa “La piedad” (la Virgen Dolorosa al pie de la cruz, cargando en sus brazos a Jesús).

Retablo de la Virgen del Carmen Tercer altar ubicado en la nave derecha.

Vivía junto a su esposa Casilda, con quien no había podido tener hijos y ejercía la labor de zapatero.

Su esposa era madrugadora y por lo tanto no podía presumir que se hubiese quedado dormida.

Golpeó Perico reiteradas veces la puerta… pero nada, esta no se abría.

En este altar, se encuentran también 4 atlantes que sostienen las columnas principales.

Este retablo fue costeado por el Arcediano Ignacio Ventura de Romaní y Carrillo.