Además, el rey pretendía vincularse con los príncipes del norte de Alemania.
No obstante, el matrimonio sería desafortunado y lleno de conflictos.
Según textos cercanos a la época, la reina era caprichosa, fría y distante con su marido, además de sentir apatía por Suecia.
Poco tiempo después, en un baile en Estocolmo en 1535, cuando la reina se encontraba embarazada por segunda ocasión, se sintió tan mal que tuvo que permanecer en cama los días siguientes.
Algunos argumentaron que el propio Gustavo contribuyó a su muerte golpeándola en la cabeza con un bastón, pero las investigaciones del cráneo de Catalina no parecen apoyar esa hipótesis.