El recinto debió de tener planta cuadrada, casi romboidal, faltando el muro Suroeste que ha desaparecido al ejecutar las obras mencionadas.
Los otros tres muros se conservan embutidos en las reedificaciones posteriores, teniendo en los ángulos Norte y Este vestigios de dos torreones rectangulares, quedando sólo en pie de esta construcción primitiva la torre del homenaje aunque muy alterada en su disposición originaria.
La entrada del castillo está constituida por un pórtico con arcos de medio punto sobre columnas y escudos familiares.
En el repartimiento del término se crearon 32 aldeas que ya habían desaparecido en el siglo XIV, a excepción de La Monclova, Arenales y San Pedro.
En 1910, esta Casa mandó reedificar el castillo, alhajándole con las ruinas del Convento de la Merced que transportó de Lorca (Murcia), con columnas romanas halladas en Córdoba y otros elementos artísticos adquiridos en España y en Italia.