De las fortificaciones de Higuera de Calatrava sólo resta la torre del homenaje del castillo datado de la segunda mitad del siglo XIII o principios del XIV.
Es posible que en origen fuera un fuerte caminero bereber.
A finales del siglo XIX Madoz lo describió como un torreón cuadrado de alguna elevación, cuyo primer y segundo piso aún se puede habitar.
En 1524 todavía se mantenía el castillo, que incluso disponía de alcaide.
Se ve que el castillo era un pequeño fuerte defensivo dotado de pozo o manantial propio, manantiales que ya se citaban en las descripciones de Madoz como de abastecimiento del pueblo.