Este primitivo castillo estuvo activo en el siglo XV durante los enfrentamientos mantenidos entre los Reyes Católicos y el señor de la villa, Juan de Tovar.
A ello responden las troneras que salpican los muros castelares.
La ordenación en planta deja ver un recinto interior en forma de cuadrilátero trapezoidal jalonado por cinco cubos, en uno de cuyos vértices se alza la robusta Torre del Homenaje de forma prismática rectangular, mientras que en el opuesto se abre la puerta que lo comunica con el segundo recinto dispuesto a modo de corredor perimetral.
Queda encerrado este por una segunda muralla paralela a la primera dotada de diez cubos, dos de los cuales flanquean la entrada no enfrentada a la interior para dificultar el acceso en caso de asedio.Construido en mampostería, se aprecian claramente los restos de la construcción original, una muralla que recorre el alto entre los barrancos y que sirve a su vez de base para la posterior torre del homenaje y el muro norte del recinto interior, ambos del siglo XV.
Cuenta con un doble recinto con foso artificial y un acceso en zigzag muy protegido.