Desde el castillo se podía controlar el pueblo y todo el llano inmediato, por donde pasaban varias vías de comunicación importantes.
En 1462 en la guerra de la Generalidad contra Juan II ee menciona el castillo como «muy fuerte y defensivo».
En el año 1781, el castillo acabó en ruinas hasta llegar a hoy en día que se han aplicado diversos trabajos de recuperación.
Actualmente se conserva en una altura variable, en algunos tramos de muro supera los 10 m. En el ángulo nordeste hubo una planta circular, ahora totalmente derrumbada.
Las paredes perimetrales están hechas con sillares grandes (30 x 35 cm), bien escuadrados y colocados en soga.