El municipio se encuentra situado en la falda meridional del cerro denominado del Castillo, en la comarca de la Sierra de San Vicente.
En la Edad del Bronce el Cerro del Castillo sirve como lugar en donde fundar un castro cuya necrópolis se ubicaba en el contiguo Cerro Calamocho.
Con la invasión musulmana el Cerro del Castillo es nuevamente reutilizado para imponer una atalaya que comunicara con otras tantas levantadas en la comarca y en la reconquista también fue reutilizado para empezar a levantar la iglesia de Santa María del Castillo.
Es a partir de este momento cuando Mendozas, Portocarreros y duques de Híjar suceden al marquesado que será abolido a principios del siglo XIX.
A mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 390 habitantes.