Fue la primera plaza que conquistó el rey Jaime I de Aragón, entre 1231- 1232.
[2][1] Tras su reconquista, fue donado al caballero En Latró, el cual concedió carta de población en 1243.
[1] Como se ha comentado anteriormente, debido a su estratégica posición, participó en sucesivas contiendas bélicas, como las guerras de la Unión, de Sucesión y las Carlistas.
[1] Se puede describir como un castillo roquero, puesto que parte de él está excavado directamente en la roca, en la cual penetra hasta 43 metros dando lugar a una cueva a la que se accede desde un escalón inferior, que albergaría la población primitiva del mismo y el baluarte de entrada con la torre, semicircular.
[2] La planta del castillo era irregular, pudiéndose distinguir tres recintos, dos semiconcéntricos, adquiriendo de este modo una posición estratégica para la vigilancia y defensa del Coll d'Ares.