Castilla industrial y agrícola
Sus entregas eran de paginación variada, con gran profusión de fotografías, algunos dibujos y planos, y anuncios publicitarios, algunos con fotograbados.Estaba estructurada en secciones: Agricultura, Ganadería, Abonos, Comercio, Industria, Finanzas, Mercados y, en alguna ocasión, Bibliografía, o en provincias, como Palencia, Logroño o Segovia.Solía publicar artículos, generalmente de carácter técnico, y otros con perfiles reivindicativos, así como crónicas y reportajes sobre las actividades que se desarrollan en los citados sectores económicos (ferias, exposiciones), como en otros, como es el caso del ferrocarril, las obras públicas o la construcción de escuelas rurales.Dedicó artículos a la política hidráulica en Castilla, ya fueran dedicados s los saltos del Ebro o la defensa de las aguas de los ríos Tajo o Guadiana: "Le preocupan [a Indalecio Prieto] los puertos de Vasconia o los riegos de Levante, con aguas de Castilla, con aguas que se intenta transvasar del Tajo al Turia y del Guadiana al Segura, aunque sea condenando a tierras manchegas, castellanas al fin, a la sed de la muerte" (Gregorio Fernández Díez).[4] El colaborador Eduardo de Ontañón, años antes, entre 1923 y 1928, había publicado la revista literaria vanguardista Parábola, desde la que se propuso, entre otras cosas, combatir los tópicos culturales sobre Castilla y recuperar su verdadera esencia cultural, singularmente en Cuadernos mensuales de valoración castellana.