Caso Villa Montoro

La casa en cuestión había sido años antes una pulcra vivienda con su fachada pintada en color rojo, habitada por un hombre mayor y su sobrino.

[1]​ El barrio en la actualidad ha cambiado un tanto la fachada y la casa citada ha sido demolida acorde a lo que puede observarse en Google Maps.

Desde allí le arrojó a uno un ladrillo y este profirió varios gritos al ser golpeado en una pierna.

Sus amigos no tomaron seriamente su experiencia y ya habiendo caído la noche, Julio César volvió al terreno con una linterna y acorde a sus dichos habría vuelto a encontrarse con alguno de esos pequeñajos que se hallaban bajo un árbol y si bien huyeron al verlo, Julio habría podido tocar a uno sin sentir nada extraño al tacto.

Se dirigieron hacia la casa abandonada y escucharon murmullos provenir de su interior.

[1]​ Efectivos de la comisaría 8.ª que estaban a cargo de esa jurisdicción, se acercaron a la zona en diversas oportunidades alertados por los vecinos, ya sea por presuntos avistamientos o por incidentes que se suscitaban en torno al fenómeno social que se estaba gestando en el barrio.

La secta Lus se presentaba bajo el mote de Lineamiento Universal Superior y su líder solía ser mencionado como "Supremo Comandante de la Seguridad Universal" y pretendía tener poderes telepáticos con los cuales se contactaba con los mal llamados, según él, enanitos verdes, que eran en verdad habitantes de otra galaxia que habían caído en ese lugar por averías en su nave a cargo del "comandante Nuñuxts".

Es necesario mencionar que ese mismo año se habían estrenado a nivel mundial las películas de E.T.

[2]​ Otras personas aludían haber visto a un diminuto ser con escamas y de color verde, como por ejemplo el testigo Guillermo Isaurralde, lo que hizo suponer a algunos medios que pudo tratarse de una confusión visual para con alguna lagartija o lagarto overo.

[2]​ El caso Villa Montoro sirvió como trampolín para potenciar las ventas de productos, en especial muñecos, con la temática de Luciano el marciano, un personaje que había sido diseñado en ese mismo año y que hizo suponer incluso a fuentes policiales, que podía ser el origen de dichos avistamientos con fines puramente comerciales.