Los cascos deben ser acolchados en su interior para absorber el impacto y repartir el daño que la caída pueda generar.
Años más tarde, en 1953, Charles F. Lombard, investigador de la Fuerza Aérea Norteamericana patentó el primer casco con estructura moderna.
[5] El casco de Lombard estaba acolchado en su interior y en el exterior estaba compuesto por una calota rígida.
En Reino Unido no se hizo obligatorio su uso hasta 1973 a pesar de que Gardner lo consideró oportuno desde su creación.
Shoei en los años 80 decidió fabricar el primer casco multifibra,[5] el modelo GRV que llevarían campeones del mundo como Wayne Gardner.