264 (Primera etapa) 32 (Segunda etapa) Casado con hijos es una comedia de situación chilena y adaptación del programa estadounidense Married... with Children, protagonizada por Fernando Larraín (en el papel de Tito), Javiera Contador (Quena), Fernando Godoy (Nacho), Dayana Amigo (Titi), Marcial Tagle (Pablo) y Carmen Bresky (Marcia).
Después, conoció a "Quena" (Javiera Contador), su esposa, cuando estaban en la escuela.
Entonces "Tito" buscó trabajo y lo único que encontró fue trabajar en una tienda de zapatos femenina llamada "El conde del calzado" en un centro comercial.
Los niños también se tiñen un poco, Titi está cada vez más tonta.
Pero en medio de la ceremonia llega Pablo con su estilo renovado y un acento español.
Marcia le dice a Pablo "Gorda", porque cada día parece mucho más femenino.
[2] Se emitieron dos episodios seguidos para complementar una hora y media en pantalla.
Marcia cambia con la llegada de una idéntica prima hermana del Norte, mientras se pone más violenta la relación entre ella y Pablo.
Por otro lado, sus amigos, Pablo se hizo una operación de baipás gástrico, Marcia fue diagnosticada como una ninfómana; y Lucho sigue en la zapatería, mantiene una relación con una joven venezolana que ambos piensan en casarse.
A inicios de 2007 se mantuvo entre los 10 programas más vistos del día con audiencias entre 300 000 y 400 000 personas.
[cita requerida] Tito aprovecha la oportunidad para pasar la tarde junto a Lucho, quien le prepara una gran sorpresa.
La entrevista que le hizo José Antonio Neme fue vista por miles de personas, donde la influencer pudo llegar a tener 500 mil seguidores, y lograr un piso de fama importante.
Su cuarta temporada se emitía los días miércoles a las 10 de la noche.
[10][11]La crítica de Huispe apunta a las muy pocas similitudes entre la versión adaptada con la original, en cuanto a la forma en que los protagonistas fueron adaptados y personificados por los actores chilenos; el reflejo ineficiente de la serie de la clase media chilena, algo que sí cumplía la serie original, reflejando al estadounidense promedio; siendo su principal crítica a la actuación de Fernando Larraín, señalando que su participación como el protagonista es ineficiente debido a que no es capaz de personificar al personaje interpretado originalmente por Ed O'Neill.