Casa del Pavo

Desde un punto de vista funcional, se trata de un edificio residencial de cinco plantas, en cuya trasera se ubicó el estudio del pintor Fernando Cabrera Cantó, que colaboró con el arquitecto Vicente Pascual en la ornamentación y decoración del edificio.

[1]​ Entre el edificio y el pabellón trasero, existe un pequeño y recoleto jardín, muy propio de este tipo de edificios burgueses.

Sobre ellos y con la misma distribución, el hueco tripartito del entresuelo.

En la planta tercera y superior, los balcones son de planta curvada en sus extremos, el hueco central pasa a ser doble y da lugar al motivo de mosaico curvo superior.

La ornamentación de la fachada se corresponde con los materiales utilizados, entre los que hay que destacar la piedra labrada y pulida, la madera que conforma el mirador y la carpintería de ventanas y balcones, la rejería de forja, el hierro fundido en los motivos más destacados de la ornamentación como los pavos reales sobre las puertas de entrada que identifican el edificio y los lagartos como picaportes.

Detalle de la Casa del Pavo.