Se diseñó de forma similar a un palacete francés del XVIII.
La casa, de planta cuadrangular, está rodeada por un jardín, limitado a su vez por cuatro muros.
[1] Recibe este nombre por dos esfinges (que fueron llamadas "sirenas") en la puerta delantera.
[4] El marqués de Esquivel vendió la casa en 1870 a la empresa constructora Basilio del Camino y Hermanos.
[7] La casa fue sometida a una restauración que duró ocho años.