Joaquín Fernández Ayarragaray

Trabajó como maestro y, en 1844, comenzó a estudiar en la Escuela de Arquitectura.

[2]​ En la década de 1860 estuvo trabajando como arquitecto conservador en los Reales Alcázares.

[2]​ Desde 1881 estuvo trabajando en la restauración de catedral el arquitecto Adolfo Fernández Casanova.

En 1888 se derrumbó el cimborio y las bóvedas que sustentaba.

Le sustituyó Fernández Ayarragaray, que realizó diversos proyectos e informes arquitectónicos para la reconstrucción de este espacio.