Sin embargo, la mayoría cree que esto ocurrió entre los años 15 y 14 a. C., en la época de Augusto.
[3] En 1503 los Reyes Católicos situaron en Sevilla la Casa de la Contratación de Indias, convirtiendo a esta ciudad en centro del comercio con estos territorios y en el lugar donde se amonedaba el oro y la plata provenientes del Nuevo Mundo.
En 1504 los Reyes Católicos trasladaron la Casa de la Moneda a un lugar entre el río y el Alcázar.
[2] La cantidad de metales preciosos convertidos en monedas era tan grande que en no pocas ocasiones se generaron crisis por hiperinflación.
[9] Melchor del Alcázar, alcaide del Alcázar, y Juan de Minjares, maestro mayor, se desplazaron a los terrenos para ver lo construido e hicieron un plano con lo que se debía de construir.
En 1728 se arreglaron las conducciones que llevaban agua a la Casa de la Moneda desde el Alcázar.
[15] En 1734, por real orden, se encargó reparar la muralla que protegía la Casa de la Moneda.
[16] Tras las catástrofes sufridas, se decidió reconstruir el edificio y aumentar su capacidad de producción.
Las obras se pusieron a cargo del ingeniero militar Sebastián Van der Borcht, que antes había construido la Real Fábrica de Tabacos.
[17] Lo primero que se hizo fue aumentar el nivel de la planta, para evitar nuevas inundaciones.
[17] Las obras de la fachada fueron adjudicadas en 1761 por el superintendente José Lasso y el ingeniero Sebastián Van der Borcht a los canteros Miguel Llorente y Miguel Losilla, por un precio de 7400 reales.
[17] La portada principal tenía un escudo real que fue dorado por Francisco de Figueroa.
[19] La cañería que conducía agua a la Casa de la Moneda se rompió en 1771 y debió ser reparada.