En ella habitaron personajes históricos y relevantes hasta que al morir su último propietario, Francisco de Cossío, el Ayuntamiento adquirió el inmueble que dispone de una sala dedicada a pequeñas exposiciones.
Más vestigios y portadas hay en las calles Piedad, Padilla y Empecinado n.º 9, inmueble conocido como casa de Don Juan Zarandona; está rehabilitada pero conserva parte de su diseño original.
Este matrimonio habitó las dichas casas principales que habían pertenecido a Juan y Fernando.
[4] Juan se preocupó de mantener la casa en perfecto estado contratando incluso un jardinero para el vergel y huerta.
Se especifica que en esos años la casa estaba alquilada a particulares.
A mediados del siglo XIX el informante sobre Valladolid para el diccionario geográfico de Madoz, Matías Sangrador y Vítores, señala y describe esta casa entre los edificios civiles más destacados de la ciudad:
Estos elementos descritos recuerdan el origen de la casa al gusto mudéjar.
En el plano de Ventura Seco ya se ve con este nombre aunque todavía la sesión del Ayuntamiento no había dado el visto bueno.
[11] El tamaño del inmueble corresponde al de una casa importante.
La casa ya no conserva sus huertas y jardines, en cuyos solares se construyeron nuevas viviendas.