[4][5] Su origen fue de la época colonial y perteneció a Jerónimo Infante del Real.
Fue un complejo social y cultural que integró diversos grupos humanos, en particular inmigrantes chinos y japoneses.
Uno de los primeros arrendatarios de la casa fue Jerónimo Infante del Real, quien se comprometió en 1667 a pagar un canon de 3 500 pesos anuales por un lapso de tres vidas (padre, hijo y nieto) naturales.
La hacienda comenzó a llamarse Infantas, nombre que provenía de la mala pronunciación de Infante.
[6][7] Durante los años 2000 tuvo uso de agencia municipal, comedor popular y escuela para niños.