Este movimiento alejándose de una clara dramaturgia Fabel hacia narrativas progresivamente fragmentarias y surrealistas caracteriza su obra como postmodernismo.
Sus cuatro obras más antiguas, Downstairs (producida en 1958),You've No Need to be Frightened, Having a Wonderful Time (1960), y Easy Death (producida en 1962) fueron interpretadas en Oxford por un conjunto teatral de estudiantes.
Sirvió como dramaturga residente en el Royal Court Theatre en el período 1974–1975, y más tarde comenzó a colaborar con compañías de teatro como la Joint Stock Theatre Company y Monstrous Regiment (un colectivo teatral feminista).
[1] Su primera obra que recibió una atención amplia fue Cloud Nine (1979), "una farsa sobre política sexual", ambientada en parte en una colonia de ultramar británica durante la época victoriana.
"[1] Serious Money (1987), "una comedia sobre los excesos en el mundo financiero",[1] es una obra en verso, principalmente escrita en pareados.
Asume una mirada satírica sobre las veleidades del mercado de valores y sus vecinos thatcherianos.
[cita requerida] "La prolífica Churchill siguió forzando los límites a finales de los años noventa.
En 1997 colaboró con el compositor Orlando Gough para crear 'Hotel,' una ópera coreografiada o ballet cantado que se ambienta en una habitación de hotel.
[5] Su Love and Information, se representó por vez primera en el Royal Court Theatre en septiembre de 2012, dirigida por James Macdonald.
[9] "'The Sunday Times condenó su "ridícula y totalmente predecible falta de imparcialidad"; pero para el Times, "no hay héroes ni villanos, pues todo lo que Churchill denuncia es lo que está ocurriendo en Gaza".
"[9] Escritores como Jeffrey Goldberg de The Atlantic y Melanie Phillips en su blog Spectator criticó la obra como antisemita,[10][11] como hizo John Nathan.
[13][14] Churchill publicó la obra, Seven Jewish Children – a play about Gaza, en línea, para que se pudiera bajar gratis y usarlo.
[9] Un texto completo para representarse también está disponible en la página del web de The Guardian.
Más de ciento setenta personalidades del Reino Unido, entre las que se encuentran Stephen Frears, Ken Loach y Brian Eno publicaron una carta abierta en la que tildan esta actuación de “macartismo moderno”.