Carta de Carnaro

La constitución combinaba ideas anarquistas, sindicalistas revolucionarias, corporativistas, protofascistas y republicanas democráticas.

De Ambris proporcionó el marco legal y político, al que D'Annunzio agregó sus habilidades como poeta.

En la constitución estableció un estado corporativista, con nueve empresas que representan los diferentes sectores de la economía, donde la adhesión era obligatoria.

A medida que el movimiento fascista llegó al poder en Italia, D'Annunzio se trasladó hacia ella y fue un estrecho colaborador de Mussolini.

De Ambris, sin embargo, fue un firme oponente del fascismo, llamando al movimiento "un peón sucio".