Se prohibieron persecuciones por opiniones y votos hechos antes de la restauración.
Se declaró religión del estado a la católica, apostólica y romana.
El reinado de Luis XVIII terminó con su muerte en 1824, y fue sucedido por su hermano Carlos X, quien era ultrarrealista, es decir un extremista conservador y católico fanático, partidario de restablecer el antiguo régimen.
Esto le restó el apoyo de los liberales monárquicos, la burguesía y el pueblo llano que dominaban el parlamento.
Reunidas éstas, el 19 del mismo mes disolvió la cámara de diputados.
Estos cambios generaron un profundo malestar popular, en medio de una grave crisis económica, por lo cual las masas se sublevaron en París, y derrocaron al rey en la llamada Revolución de Julio.
Carlos X había pretendido usar su facultad reglamentaria para suspender la libertad de prensa y modificar las leyes electorales (art.
- La iniciativa de ley ahora pertenece al rey y a ambas cámaras (art.